La Unión Europea está decidida a poner fin a la utilización de insecticidas que pueden dañar gravemente a personas y al medio ambiente. Distintas organizaciones medioambientales llevan luchando desde hace años para que la UE prohíba en concreto tres insecticidas neonicotinoides.
Finalmente, Europa ha decidido prohibir el uso de estos neonicotinoides en exteriores, algo que las organizaciones en lucha por conservar el medio amiente han celebrado. Según han señalado dichas organizaciones, es una “excelente noticia para las abejas y otras especies y para el planeta en general”.
Así, los 28 miembros de la Unión Europa han acordado conjuntamente prohibir el uso de estos tres insecticidas neonicotidoines por el peligro que representan para los polinizadores silvestres y las abejas de la miel. En concreto, los Estados miembros han respaldado a nivel de expertos la propuesta de la Comisión Europea que abogaba por incrementar las restricciones que existían desde 2013 sobre las sustancias clotianidina, imidacloprid y tiametoxam.
Greenpeace aplaude esta noticia
Es fantástico que al final España haya decidido votar, junto a otros 15 Estados miembro, a favor de la protección de las abejas porque su voto ha sido decisivo para garantizar la prohibición.
Para Luis Ferreirim, esta decisión es un paso fundamental en una transición hacia una agricultura sostenible, pero advierte de que esto no se puede quedar aquí, sino que hay que seguir avanzando en esta dirección.
Por su parte, Franziska Achterberg, directora de Política Alimentaria de la UE de Greenpeace, ha celebrado esta “gran noticia” para polinizadores y para el medio ambiente en general.
Aunque nunca hubo dudas de que estos tres neonicotinoides debían ser prohibidos. Ahora la UE debe asegurarse de que no se sustituyen simplemente por otros igual de peligrosos. Estos tres neonicotinoides son solo la punta del iceberg: hay muchos más plaguicidas, incluidos otros neonicotinoides, que son igual de peligrosos para las abejas, la producción de alimentos y los ecosistemas
ONGs insisten en que hay que seguir trabajando
Por su parte, las investigaciones indican que muchos otros insecticidas son una amenaza para las abejas y otros insectos beneficiosos, incluidos cuatro neonicotinoides actualmente autorizados en la UE (acetamiprid, tiacloprid, sulfoxaflor y flupyradifurone) y otros insecticidas, como el cipermetrin, deltametrin y clorpirifos.
La ONG Greenpeace apuesta por que la Unión Europea aborde de forma más amplia el impacto de los plaguicidas sobre las abejas y otros polinizadores para que esto no sea un reemplazo de unas sustancias químicas por otras permitidas pero igualmente peligrosas.
La Unión Europea ha prohibido así el uso de estos insecticidas, gracias al trabajo de cientos de ONG en toda Europa. Esta misma semana, 110 ONG publicaban una carta abierta a la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, en la que pedían el voto favorable de España a la propuesta de la Comisión Europea.