La crianza de un bebé su pone un gran esfuerzo y una continua dedicación, que se hace mayor cuanto más pequeño es el niño. Este esfuerzo es tanto físico como emocional. No cuesta mucho imaginar lo que significa alimentar a un ser tan frágil y dependiente cada tres o cuatro horas; cambiarle los pañales varias veces al día o darle los medicamentos adecuados cuando enferma.
Porque el bebé, que se encuentra con un sinfín de experiencias nuevas, reclama urgente dedicación para aliviar lo antes posible la incomodidad que se acrecienta y que no puede ser resuelta si no es con la intervención del otro, por la madre o el padre. Esto mismo se aplica si tenemos planeado un viaje en el que llevaremos también a nuestro bebé.
Elegir la adecuada silla de coche homologada
Los sistemas de retención infantil deben adecuarse a las características físicas del niño o niña, con sillas adecuadas para los bebés de hasta 9 meses y con un peso máximo de 10kg. Además, debemos saber cuándo cambiar la silla de coche según vaya creciendo el niño y que la silla cumple sus funciones de seguridad.
No debemos olvidarnos que la ley obliga a llevar correctamente sentados a los más pequeños en el coche, ya sea un viaje corto o largo.
Si nuestro viaje, o parte de este, lo hacemos en coche, se recomienda que durante los primeros meses de vida el bebé viaje siempre completamente estirado, en una silla homologada para nuestro coche.
Cómo colocar la silla para el coche
Igualmente, es recomendable que los bebés viajen en sentido contrario a la marcha para reducir las lesiones cervicales en caso de una colisión frontal. Y si el bebé viaja en el asiento delantero hay que desconectar siempre el airbag frontal de ese asiento, ya que de activarse en un choque podría ser perjudicial para el bebé.
Asimismo, hay que tener especial cuidado en sentar a un bebé sobre toallas o mantas, ya que puede resbalar en caso de una frenada de emergencia. Por eso siempre se recomienda sentar a los más pequeños en sus sillas y sin nada debajo.
Consejos para los conductores con bebé
Según la época del año en la que nos encontramos, deberemos prestar atención a algunos puntos clave. Con el calor, las personas propensas a la hipotensión pueden notar una bajada de tensión. Las altas temperaturas también influyen en una mayor irritabilidad, aunque los mayores riesgos en jornadas muy calurosas son los relativos a la deshidratación que pueden sufrir los bebés que viajan en coche.
Sus padres, aconsejan los expertos, deberían tener en cuenta una serie de recomendaciones: tener a mano un biberón con agua, realizar paradas y viajar, siempre que sea posible, durante la noche o cuando bajen las temperaturas.
Los bebés tienen más dificultades para regular la temperatura corporal y tampoco pueden sudorizar tanto como los adultos, por lo que hay que extremar las precauciones siempre que viajemos con nuestro bebé a bordo.
Por otro lado, si nuestra intención es pasar varios días, podemos llevar en nuestro coche alguna de las cunas de viaje plegables que se pueden encontrar, por ejemplo, en la web micochecito.es, con una gran cantidad de modelos y precios apto para todas las familias.
Lo que está claro es que una relación madre-hijo estrecha, regular, continuada y apoyada por el resto de la familia permitirá un conocimiento mutuo y una progresiva confianza desde donde la madre se sentirá capaz de percibir los avances del niño sin requerir el uso de controles rígidos y tranquilizadores propios de la inexperiencia.