La otitis es la causa más común de consulta pediátrica y de atención primaria durante la temporada de otoño-invierno y con la llegada de la apertura de piscinas. La identificamos con el dolor de oídos, pero no siempre se manifiesta así. Y ese es uno de sus riesgos, porque cuando pasa inadvertida y se prolonga en el tiempo reduce la agudeza auditiva y provoca otras complicaciones.
Desde el punto de vista pediátrico, los otorrinos estiman que al menos siete de cada diez niños padecen otitis en algún momento de su infancia. Y un elevado porcentaje de ellos la sufre más de una vez. La más frecuente en los primeros años de vida es la otitis media, la que afecta al tímpano y al oído medio, y que suele derivarse de un constipado, de ahí su mayor incidencia durante los meses de otoño e invierno.
Sin embargo, el riesgo de padecer otitis existe durante todo el año, tanto en pequeños como en adultos, y está relacionado con nuestra higiene diaria de los oídos. La mayoría de la población, aunque cada vez con menos frecuencia, utiliza para la limpieza de los oídos los bastoncillos.
Los bastoncillos son rechazados por la mayoría de los otorrinos
Los otorrinos son unánimes al rechazar el uso de los bastoncillos de algodón para la limpieza de los odios. Explican que los bastoncillos empujan la cera que protege el oído hacia el interior del conducto, donde no hay pelitos que ayuden a expulsarla de forma natural, y se acaba formando un tapón.
Y también advierten que, si se limpia y restriega demasiado el oído externo, la piel pierde la grasa y la acidez que la impermeabiliza y es más fácil que se infecte. El consejo de los especialistas es realizar la limpieza de los oídos con un pañuelo, pero solo por la parte exterior y sin restregar para no quitar protección a la piel.
También recomienda la utilización diaria de productos como Otibon Spray y Audimer, que son sustitutos de los bastoncillos y nos previenen así de problemas en los oídos. Y, respecto a la cera, sólo retirar la que está a la vista, no la del conducto, porque resulta antiséptica, evita infecciones y dermatitis.
Llegada del verano y apertura de piscinas
Los otorrinos aconsejan extremar las precauciones con la higiene de nuestros oídos en temporada de verano, cuando acudimos a las piscinas públicas. Y aunque este verano la situación será diferente a consecuencia de la Covid-19, seguramente podremos disfrutar de baños en las piscinas de nuestras ciudades y pueblos.
En caso de tener tendencia a padecer otitis, los expertos recomiendan ponerse tapones para evitar la entrada de agua en los oídos, así como no utilizar bastoncillos, ya que como decíamos anteriormente, desprotegemos al oído con una limpieza extrema con los bastoncillos.
Igualmente, los otorrinos aconsejan a los padres de niños que suelen padecer de manera recurrente otitis, que cancelen las actividades relacionadas con la natación.
Síntomas que nos pueden indicar que padecemos de otitis
Si utilizamos productos alternativos a los bastoncillos y seguimos las pautas de higiene diaria marcada por los especialistas, el riesgo de sufrir en algún momento de nuestra vida otitis se reducen. Sin embargo, siempre existirá algún riesgo, y podemos identificar si tenemos otitis si padecemos alguno de los siguientes síntomas, o complicaciones que se pueden derivar de una otitis más grave:
- Dolor de oído
- Fiebre persistente
- Cefalea
- Letargia y postración
- Irritabilidad
- Otorrea, o supuración del oído
- Sordera
- Vértigos
- Ruido en los oídos
- Tumefacción alrededor del pabellón auricular
- Parálisis facial
- Conjuntivitis purulenta
- Dolor periorbitario
En caso de tener otitis y acudir a nuestro médico, uno de los tratamientos de choque que nos pueden mandar es Elebiotic. Se trata de un producto muy novedoso a base de probioticos para tratar las otitis. Lleva 2 años en las farmacias con un importante crecimiento y que nos permite superar los problemas de otitis en cuestión de semanas e incluso días.
Para poder tratar adecuadamente la otitis, también debemos prestar atención a otros síntomas como el decaimiento o irritabilidad, llanto inusual en los pequeños, rechazo a ciertos alimentos o alteraciones del sueño. Y ante estos síntomas, la receta es acudir al médico, pues, aunque muchas de estas otitis están provocadas por virus y no requieren tratamiento antibiótico, es importante diagnosticarlas bien y hacer un seguimiento de su evolución para evitar que se cronifiquen y acaben complicándose.
De ahí que el consejo de los especialistas sea acudir a nuestro médico de atención primaria, o directamente al otorrinolaringólogo si los episodios de otitis se repiten.