La vitamina D no protege a las personas que padecen alzheimer, demencia, parkinson o esclerosis múltiple. Esta es la conclusión de una nueva investigación desarrollada por científicos australianos y que ha sido publicado en la revista científica Nutritional Neuroscience.
Los investigadores apuntan a que no han encontrado evidencia clínica sólida de vitamina D como agente neurológico protector para las enfermedades como el alzheimer, la demencia, el parkinson o la esclerosis múltiple.
Krystal Iacopetta, doctoranda en la Universidad de Adelaida (Australia), y autora principal del estudio, señala: “Nuestro trabajo contrarresta una creencia sostenida en algunos sectores que sugiere que los niveles más altos de vitamina D pueden tener un impacto positivo en la salud del cerebro”.
Sobre la base de una revisión sistemática de más de 70 estudios preclínicos y clínicos, Iacopetta investigó el papel de la vitamina D en una amplia gama de enfermedades neurodegenerativas, tales como el alzheimer, la demencia, el parkinson y la esclerosis múltiple.
[blockquote align=”left” author=” Krystal Iacopetta, doctoranda en la Universidad de Adelaida”]No pudimos establecer un papel claro de un beneficio neuroprotector de la vitamina D para ninguna de las enfermedades que investigamos.[/blockquote]
Estudio sobre la incidencia de la vitamina D en pacientes con alzheimer, demencia o parkinson
Tal y como señala la invesgitadora, estudios anteriores habían encontrado que los pacientes con una enfermedad neurodegenerativa tendían a tener niveles más bajos de vitamina D en comparación con los miembros sanos de la población.
“Esto llevó a la hipótesis de que aumentar los niveles de vitamina D, ya sea a través de más exposición a los rayos UV y al sol o tomando suplementos de vitamina D, podría tener un impacto positivo. Una creencia generalizada de la comunidad es que estos suplementos podrían reducir el riesgo de desarrollar trastornos relacionados o limitar su progresión”, apunta la autora.
“Sin embargo, los resultados de nuestra revisión en profundidad y un análisis de toda la literatura científica indican que este no es el caso y que no hay evidencia convincente que respalde la vitamina D como agente protector del cerebro”, concluye.
Iacopetta cree que la idea de la vitamina D como un protector neurorelacionado ha ganado fuerza en base a estudios observacionales en oposición a la evaluación de toda la evidencia clínica.
En su estudio, han encontrado un vínculo ‘asociativo’, y no una ‘relación causal directa’.
En relación con las enfermedades, la OMS certificó el pasado 11 de junio que se ha eliminado la malaria en Paraguay, el primer país de las Américas en recibir esta certificación desde que Cuba la recibiera en 1973.