Utilizar el teléfono móvil para pagar compras o transferir dinero es una idea en la que ya se trabajaba a comienzos de los años 2000, operadoras telefónicas y bancos fueron las primeras empresas e investigar esta tecnología que hoy vemos como normal y necesaria.
A principios de los años 2000 empresas como Paybox, ya disponía de uno de los dispositivos más consolidados en este nuevo campo, el del pago por móvil. El sistema ya podía utilizarse con cualquier tipo de móvil, incluso los más antiguos, ya que se basaba en una llamada que se recibe en el móvil y en la que el usuario se autentifica marcando un código secreto de cuatro cifras que sólo él conocía. Imagínese cuanto ha evolucionado esta tecnología.
El pago por móvil hoy es un sistema muy sencillo, asociado a una cuenta bancaria o tarjeta de débito o crédito. Basta con acerca nuestro móvil al datáfono a la hora de pagar y listo. Sin dinero en efectivo ni llevar tarjetas en la cartera.
El importe es cargado inmediatamente en la cuenta del cliente y abonado al comercio. El usuario no paga ninguna comisión por este tipo de transacciones. Por supuesto, el comercio debe estar afiliado al sistema de pago por móvil con su entidad bancaria. En caso de pérdida o extravío del móvil, no hay que preocuparse. Hay que introducir las claves necesarias para que alguien pudiera hacer uso de nuestro dinero “virtual”.
Hoy, las actuales circunstancias por la Covid, han facilitado la implementación de esta tecnología hasta en los pequeños comercios, donde siempre se habían mostrado recelosos de tecnologías como el pago por móvil o las tarjetas sin contacto.
Y aunque el pago por móvil es seguro, no está exento de ciertos riesgos. Siempre debemos ser consciente que en nuestro teléfono móvil llevamos nuestra vida, y nuestro dinero. En caso de pérdida del dispositivo móvil debemos bloquear inmediatamente aplicaciones y tarjetas de crédito y débito.
Una mirada a los 2000
Como decíamos, Paybox fue una de las empresas pioneras en este tipo de pago por móvil a comienzos de los 2000. En 2002 contaba con 750.000 usuarios y 10.000 comercios adheridos en Europa, repartidos entre Alemania, el Reino Unido, Suecia, Austria y España.
También contaba con más de 300 establecimientos online y más de mil comercios asociados. En España, La Caixa ya tenía un dispositivo que permitía usar el portátil para comprar en Internet. El número de móvil se asociaba a una tarjeta y el usuario aprobaba la operación marcando un número secreto.
Operadoras y bancos españoles están hoy detrás de esta tecnología, que se ha ido desarrollando con los años y que se ha vuelto hoy una tecnología imprescindible en nuestros días.