Según datos de los Mossos d’Esquadra, las estafas en los domicilios aumentó más de un 20% en Cataluña en el año 2016 respecto al año anterior. La policía autonómica catalana admitía que era un fenómeno que les “preocupaba” y que se trata de un tipo de delito que sigue “al alza”.
Y así sigue siendo en 2019. Recientemente hemos conocido que son precisamente las personas mayores de 65 años las que constituyen un colectivo que preocupa. Entre otras cosas porque el año pasado 2018 este colectivo sufrió 6.758 delitos de estafa, lo que supone un 40% más que el 2017 (4.397) y el 2016 (4.160).
Los mayores de 65 años los más afectados
La seguridad de la cada vez más amplia población anciana catalana, que ya supone el 19% del total (1,4 millones de potenciales víctimas), mantiene en alerta a los cuerpos de seguridad, que investigan nuevas fórmulas para prevenir estos delitos en un grupo tan vulnerable.
“Hay diferentes modalidades de estafa contra las personas mayores. Unas se ponen de moda y luego parece que desaparecen. En verano del año pasado tuvimos muchas denuncias por el falso revisor del gas y en las últimas semanas están subiendo las llamadas del falso abogado o el policía que pide dinero para liberar a un hijo”, explica Albert Oliva, inspector jefe del Área Técnica y de Proximidad de Seguridad Ciudadana de los Mossos.
Como recoge el periodista Óscar Hernández del periódico.com, los estafadores de la falsa inspección del gas prácticamente ya no actúan desde que el verano pasado una compleja investigación permitió detener a cinco hombres que desde el año anterior se organizaban para entrar en las viviendas de personas mayores a las que llamaban primero por teléfono para concertar la revisión del gas o de la luz.
Los falsos operarios incluso vestían chalecos amarillos para dar más credibilidad a su papel. Una vez dentro del piso, mientras uno distraía la víctima, el otro aprovechaba para llevarse lo que podía. También les pedían dinero y hasta el número pin de la tarjeta o la libreta para sacarles dinero de la entidad bancaria. Con esta operación, la policía aclaró 29 estafas por un importe de unos 100.000 euros.
“Solo el año pasado detuvimos a 25 personas por este tipo de estafas, y desde el 2014 las detenciones de falsos inspectores de gas han sido 69”, indica Albert Oliva. [blockquote align=”none” author=”Albert Oliva”]No quiero decir que hayan desaparecido estos delitos, porque los delincuentes se van inventando nuevos sistemas. Por ejemplo, hay veces que no dicen que sean de la compañía del gas, sino de la Generalitat, cuando la Administración no hace estas inspecciones[/blockquote]
La técnica de llamar por teléfono desde la comisaría
El otro grupo importante de estafadores a ancianos es el de los que llaman por teléfono haciéndose pasar por un abogado o un policía que siempre actúan con la misma excusa: “Su hijo está detenido en la comisaría porque ha atropellado a alguien –suelen decir–. Si quieren que salga pronto, deben traer 5.000 euros enseguida”. Los delincuentes no dudan en poner a una segunda persona de fondo gritando “mamá, sácame de aquí” para dar más credibilidad a la llamada y angustiar al receptor.
“Nunca nadie va a pedir dinero para dejar marchar a alguien de una comisaría”, explica el inspector, que aconseja llamar al 112 ante cualquier llamada de estas o acudir a explicarlo a una comisaría. “Ya detuvimos a un grupo gracias al director de un banco, que sospechó cuando un jubilado fue a sacar mucho dinero. En otra ocasión, un taxista, al que contrataron los delincuentes para que llevara al anciano al banco a sacar dinero, llevó a la víctima a una comisaría porque sospechó”, añade el mando policial.
Advertencia en 2017 por parte de la policía autonómica
La policía autonómica admitía en 2017 que es un fenómeno que les preocupaba desde entonces. El inspector Albert Oliva, jefe del Área de Proximidad y Atención a la Ciudadanía, anunció así en Catalunya Ràdio que en 2016 se registraron un total de 4.700 acciones delictivas de esta índole, alrededor de 1.000 más que en 2015. “La tendencia está en aumento desde hace unos años”, explicaba entonces.
Según ha indicado Oliva, el tipo de estafa que más preocupa a los agentes es la de los falsos revisores, que suelen engañar a personas de edad avanzada. Los Mossos atribuyen este fenómeno a diferentes motivos: la picaresca, el aumento de la esperanza de vida y las bajas penas que se imponen en caso de ser juzgados.