Vending, concepto que en inglés se refiere a la venta acercando el producto al cliente, es en la actualidad un servicio que lleva muchos años presente en nuestro país, y que se ofrece en numerosos ambientes, como centros escolares, recreativos, hospitalarios y laborales. Lo cierto es que de todas las máquinas, las máquinas de café vending son la más numerosas por lo que aporta a los usuarios allí donde se instala.
Disponible las 24 horas del día los siete días de la semana, las máquinas de vending están siempre operativas para el usuario que por allí pasa. Una diferenciación técnica en el vending se da en el tipo de máquina. Las hay que procesan el producto, mientras otras se limitan a servir un producto ya dispuesto para su venta.
El primer grupo incluye las máquinas de café, que, tras la introducción de una moneda, ficha o tarjeta magnética, muele los granos de café, inyecta agua caliente, aplica la presión necesaria y facilita el vaso, el azúcar y la leche. En el segundo grupo estarían todas aquellas que proporcionan el mismo producto con el que fueron cargadas, ya sean bocadillos, refrescos o tabaco.
Beneficios para la empresa
El boom del vending se basa en el concepto de merchandising (compra y venta por impulso) o lo que es lo mismo, la venta de productos fáciles de consumir. El vending potencia este tipo de consumo, facilitándolo en la medida de lo posible.
Algunas empresas llegan incluso a regular distancias máximas entre los puntos de trabajo y los puntos de venta, de modo que el consumo sea aún más accesible. Los profesionales del vending están convencidos de que el sector lleva creciendo mucho tiempo, y que continuará creciendo en España.
Una nueva clasificación para establecer en el concepto vending es la de público o no público. El no público se encuentra generalmente en empresas o centros educativos. En términos de marketing, a este consumidor se le conoce con el nombre de “cliente cautivo”, pues siempre se dirige a las mismas máquinas.
Como compensación a esta cautividad estos clientes reciben un más alto grado de calidad en los productos que consumen e incluso, en ocasiones, el producto puede prepararse según sus propios gustos o necesidades. Profesionales del sector aseguran que el producto vending tiene tanta calidad como el de hostelería, así como una higiene superior ya que los continentes se tiran una vez usados.
Por otro lado, las máquinas de vending, y concretamente las de café, se adaptan con rapidez a la demanda del consumidor. Por ejemplo, proliferan ahora los cafés aromatizados, que están teniendo mucho éxito entre la gente más joven. Y entre las comidas, se consolidan las ensaladas, los platos preparados, la fruta cortada, pelada y envasada, los sándwiches gourmet…
El vending bebe de la compra impulsiva, así que tanto los productos como sus envoltorios deben estar pensados para que sea –casi– inevitable querer comprarlos. Por supuesto, en muchas ocasiones los usuarios de máquinas de vending también tienen la necesidad de consumir un determinado producto si que realmente sea una compra impulsiva.