Megalitos, mazmorras medievales y grutas con historias mitológicas… en una Malta antigua y mítica. Situada en el centro del Mediterráneo, al sur de Italia, al oriente de Túnez y al norte de Libia, esta isla mágica, de bajas colinas, terreno rocoso y costas acantiladas, es un destino muy común para gentes de todas las edades y con intereses muy dispares.
La mayor de las islas, en tamaño e importancia, del archipiélago maltés se ha convertido en paraje imprescindible para los apasionados del mar y los deportes acuáticos y en un destino ideal para el entretenimiento de los más pequeños de la casa.
Un lugar de culto con mas de 7.000 años de historia
Los amantes del arte encuentran en Malta un lugar de culto, puesto que en ella se halla la huella de más de 7.000 años de historia. Sus templos megalíticos, las catacumbas subterráneas de San Pablo y Santa Ágata, en Rabat, o los principales enclaves de los Caballeros de San Juan, como el fuerte St. Angelo y el fuerte Rinella, dan buena cuenta de ello.
Esa riqueza cultural se une, a su vez, a una gran oferta lúdica orientada, especialmente, al público infantil. Quizá uno de los artífices de ello sea el entrañable personaje de Popeye, quien tiene su hogar en Malta.
En Anchor Bay se encuentra Popeye Village, el antiguo set de rodaje donde, en 1980, se filmó Popeye, la película ambientada en este personaje de ficción y que protagonizó Robin Williams. Treinta años después, los decorados permanecen intactos y todo aquel que lo desee puede visitarlos. Además, se puede navegar en el barco del marinero y disfrutar en familia del parque de atracciones que se encuentra ubicado en sus dominios.
Asimismo, Malta cuenta con la segunda mayor fábrica de Playmobil del mundo y ofrece la posibilidad de visitarla. Ver cómo se hacen los juguetes mediante una visita guiada por las áreas de producción puede resultar muy instructivo, a la vez que divertido. Para concluir la visita, se pone a disposición de los visitantes el Playmobil Fun Park, un lugar para jugar, comer, comprar o incluso celebrar un cumpleaños.
No dejes de ver Gozo y Comino, las islas hermanas de Malta
Esa particular luz que siempre enamoró a los artistas nos indica que hemos llegado a un lugar especial. Lo mejor de Gozo es que se encuentra en la puerta de Europa, seductoramente cercana y, al mismo tiempo, exótica. Esta circunstancia le hace idónea para una escapada. Muy diferente en carácter a su isla hermana Malta, conserva la vegetación y el carácter rural de una isla remota.
Los vestigios más antiguos que atesora son los Templos megalíticos de Ggantija, del 5.600 a. C. Y es que éste es la clase de lugar donde pasado y presente se unen más allá del tópico. Abundan los monumentos históricos, como el omnipresente castillo de la Ciudadela, y la historia impregna las ciudades, diseñadas en círculos concéntricos alrededor de la iglesia parroquial y la plaza de la ciudad.
En Gozo hay más de 50 iglesias católicas, la mayor parte de ellas magníficos ejemplos del Barroco. Algunas casas viejas han sido convertidas en restaurantes de renombre, que ofrecen gastronomía tradicional con un punto creativo, y en impresionantes bodegas. Otras, son ahora un recomendable alojamiento de lujo de ambiente rústico que hace más auténtica la estancia, aunque, evidentemente, en Gozo también hay hoteles convencionales.
El paisaje de Gozo es idílico y rural, de colinas ondulantes. La costa, especialmente en el sur y el oeste de la isla, está llena de acantilados, mientras que en el norte hay muchas playas de arena. Destaca la Bahía Ramla, a menudo calificada como la playa más agradable en el Mediterráneo.
Hay playas para todos los gustos, desde las más populares hasta las calas más solitarias a las que se puede acceder en barco o incluso en una canoa de alquiler. El buceo y el esnorquel son habituales en Gozo y en la isla de Comino, situada entre ésta y Malta, debido a su increíble topografía submarina y a la visibilidad de sus aguas.
En verano, las islas celebran las coloridas fiestas en honor a sus santos patronos. En invierno, las lluvias son intermitentes y la temperatura es agradable. La oferta de excursiones es enorme.
En Comino es posible realizar una caminata de entre dos y tres horas por la costa hasta llegar a las fortificaciones erigidas por los Caballeros de Malta y a la zona rocosa conocida como “garigue”, que alberga una gran diversidad de flora. En Gozo se practican la escalada y el ciclismo de montaña. En ambas islas existen también curiosas opciones de agroturismo.
Su envidiable clima y la hospitalidad de sus gentes convierten este archipiélago mediterráneo en un buen destino a la hora de perfeccionar el nivel de inglés. Este idioma, junto con el maltés, es lengua oficial en la isla, debido a que, en 1814, como parte del Tratado de París, pasó a formar parte del Imperio británico.
Su gran oferta en cursos y programas de aprendizaje contribuye a que personas de todas las edades acudan a la isla para este fin. Ahora bien, para que los estudiantes aprovechen esta inolvidable experiencia y puedan conocer más a fondo el país y sus gentes, Malta cuenta con una red de autobuses y un servicio de alquiler de vehículos con los que descubrir libremente y a tu aire la isla.