“Entendida como materia líquida o pastosa preparada para pintar superficies”, la pintura es una suspensión de materias sólidas en una preparación líquida a base de aceites, disolventes, plastificantes y secantes.
Hasta hace muy poco tiempo los componentes de la pintura se reducían a los pigmentos, el agua, la cola y el yeso, o bien aceite, aguarrás y secante (también llamada pintura al óleo). En la actualidad, sin embargo, se utilizan otros muchos componentes que permiten obtener pinturas de características muy diversas, adecuadas a cada caso particular, que se distinguen por la estabilidad del color, el secado rápido, su dureza o flexibilidad una vez seca, su resistencia a agentes corrosivos…
Clases de pinturas
Las pinturas pueden clasificarse a partir de aspectos muy diversos Así, según su naturaleza o composición, las pinturas pueden ser grasas, celulósicas, sintéticas, bituminosas, alcohólicas, al agua, luminosas, etcétera.
También pue den clasificarse según la forma de aplicación, según se utilice la brocha, la pistola, la inmersión… La finalidad que persigamos al escoger la pintura es otro factor a tener en cuenta, pues sus características varían según la superficie a la que vaya destinada (exterior, interior, ventanas, madera o metal…).
Siguiendo este baremo, la pintura tiene múltiples utilidades y características.
- Las pinturas grasas están compuestas de aceites secantes, con o sin resinas, con aguarrás o extractos de petróleo a modo de diluyente y con jabones de plomo, cobalto o manganeso que aceleran la oxidación del aceite a modo de secante.
- Las pinturas celulósicas son pinturas a base de acetato de celulosa o nitrocelulosa, resina natural o sintética que incrementa el brillo, la adherencia y la dureza de la película, y disolvente. Al secar con rapidez se aplican con pistola y se utilizan en el pintado de bicicletas, carrocerías de automóviles… Aunque para este último caso, la rotulación de vehículos puede ser una muy buena opción en función de lo que se desee.
- Un ejemplo claro es también el de las pinturas sintéticas termoplásticas, que siendo inodoras e insípidas, son ideales para su utilización en envases de productos alimenticios, mientras que las pinturas sintéticas termoendurecedoras, por su resistencia a los agentes químicos, especialmente los ácidos, se utilizan en revestimientos de interiores de recipientes y en aislantes eléctricos.
- Las pinturas utilizadas en juguetes o embalajes metálicos son las denominadas alcohólicas, a base de resinas sintéticas disueltas en alcoholes o hidrocarburos bencénicos. Existen además las pinturas al agua, las bituminosas, las compuestas de resinas alquídicas, etcétera.
Según la luz
Todas las pinturas enumeradas forman parte de la gran gama de pinturas existentes en el mercado que se utilizan con mayor asiduidad, pero existen además, y entre otras, aquellas más recientes e innovadoras cuyas propiedades abarcan desde la utilidad hasta la estética.
Son estas las pinturas luminosas que según sus distintas propiedades se subdividen en fluorescentes, fosforescentes o reflectoras.
- Las pinturas fluorescentes están formadas por pigmentos fluorescentes de origen natural que, excitados al incidir en ellos la luz negra, provocan la fluorescencia.
- Las pinturas fosforescentes, por su parte, contienen sulfuros luminiscentes y algún elemento capaz de excitarlos y prolongar su efecto luminoso, como es el caso del cobre, el bismuto o el manganeso.
- Por último, existen las pinturas reflectoras que contienen minúsculos trozos de vidrio, que al recibir la luz actúan como elementos catadióptricos y reflejan la luz.
El desconocimiento de la amplia gama existente en el mercado hace que, en muchas ocasiones, no se utilice el material adecuado para cada caso en particular, no obteniéndose entonces los resultados previstos. Cabe tener en cuenta no sólo la superficie a pintar, sino las funciones que esa pintura debe desempeñaren cada momento.