Todo el mundo quiere comenzar a correr, es que es sin duda alguna, una de las prácticas más populares de la actualidad. Y tiene mucho sentido, es un deporte que puede ser realizado por cualquier persona y trae varios beneficios a la salud. En el mercado, existen cientos de marcas de zapatillas especializadas en este deporte, como Saucony running, pero la marca o las zapatillas no lo son todo, hay otros detalles que se deben de tomar en cuenta. A continuación, te diremos todo lo que necesitas saber si quieres empezar a correr.
Inicia en el mundo del running de la manera correcta
Hay una zapatilla para cada corredor, distancia y tipo de pisada
El mercado de las zapatillas running es inmenso. Al visitar una tienda, podemos notar que, en primer lugar, la oferta de marcas es enorme. Además, se puede ver que existen zapatillas con diferentes formas, materiales, suelas y dirigidas a perfiles de corredores diferentes. Es por eso que es importante investigar sobre los diferentes tipos de calzado o recibir la ayuda de un experto para elegir las más adecuadas.
Una de las distinciones más importantes está en el tipo de pisada. Normalmente se dividen en tres: neutra, pronadora y supinadora. Las marcas más especializadas como las deportivas Mizuno, dividen a sus zapatillas de acuerdo a este factor.
- Pisada neutra: es la más común de todas, es una pisada plana que no sobrecarga hacia ningún lado, con un desplazamiento lineal en el que el apoyo ocurre desdé el talón hasta la punta de los dedos.
- Pisada pronadora: los corredores pronadores giran el tobillo hacia la cara interna de los pies. Ocurre una inclinación hacia adentro al momento de apoyar. Las zapatillas running pronadoras suelen tener sistemas de estabilidad y soporte para evitar esta pronación excesiva.
- Pisada supinadora: esta es la menos frecuente, la de los corredores que tienen un apoyo que se inclina hacia el exterior. También existen zapatillas creadas especialmente para este tipo de corredores.
También es importante tomar en cuenta cual es el objetivo como corredores, es decir, si son para entrenamiento o para competición. Dentro de cada una de ellas, también hay zapatillas que se especializan en las distancias cortas, medias, largas o universales.
El running tiene beneficios físicos y mentales
Como mencionamos al inicio, el running es elegido por muchos deportistas por la gran cantidad de beneficios que aporta a la salud. Podría parecer una práctica algo simple o no desafiante, pero en realidad es una de las más exigentes y que crea más ventajas para el cuerpo y la mente. Estas son algunos de los beneficios principales del running:
- Fortalece los músculos, los huesos y las articulaciones, acostumbrándolos a un ejercicio de impacto.
- Optimiza la resistencia al desgaste, mejorando la capacidad física y reduciendo el agotamiento temprano.
- Es uno de los mejores ejercicios para la eliminación de grasa y búsqueda del peso corporal ideal.
- Mejora el sistema inmunológico y reduce el riesgo de contraer diversas enfermedades.
- Mejora la salud cardiovascular.
- Mejora el sistema respiratorio.
- El running también libera el estrés y la ansiedad.
- Aumenta la autoestima y sensación de bienestar con uno mismo.
- Es también una forma saludable de socializar y pertenecer a grupos.
Lo más recomendable son los entrenamientos progresivos
Después de haber elegido las zapatillas correctas de acuerdo a tus objetivos, nivel de experiencia y tipo de pisada, es momento de saltar a la pista por primera vez. Sin embargo, no se trata solo de salir a correr sin ningún sentido, se tiene que hacer con un plan de seguimiento e ir mejorando de manera escalada.
Los entrenamientos se deben de realizar de manera progresiva, es decir, comenzar a correr distancias cortas y a ritmos lentos o moderados. Conforme se vaya adquiriendo experiencia, es recomendable aumentar las distancias y los ritmos paulatinamente.
Lo más recomendable es buscar una guía profesional, con la ayuda de un experto que te brinde un plan bien organizado para aprender a correr de manera correcta. Además, también es importante dedicarle tiempo a la mejora de la técnica, estando totalmente consciente de la forma en la que pisamos, del ritmo, de la respiración y de cada movimiento del cuerpo.