El diseño de las distintas piezas que integran un automóvil ha sido siempre un proceso complejo, pero desde hace un par de décadas los ingenieros de diseño de las marcas automovilísticas deben prever también su composición y fácil desmontaje para el posterior desguace. Además, se debe poner en algún lugar de dichas piezas códigos normalizados para identificar su proceso de reciclaje adecuado al final de sus días.
El proceso de reciclaje ya sea de un plástico, de un vidrio o de un neumático, por poner unos ejemplos, no generará materia prima de la misma pureza que las moléculas y fibras de cuando fueron creadas por vez primera. Esto implica que los materiales reciclados se empleen en la fabricación de elementos de menor responsabilidad constructiva.
Así, por ejemplo, los vidrios sirven para hacer nuevos envases de color, las piezas de plástico de los portones para los bajos de protección, las espumas de los asientos y revestimientos para hacer soportes de moquetas en decoración, los parachoques para los suelos del coche. etc.
Cuando uno de estos materiales vuelve a llegar a su proceso final, posiblemente ya no tendrán oportunidad de reciclarse de nuevo. En esos casos, las técnicas más recientes han previsto su utilización como combustibles en centrales térmicas, por ejemplo, donde son recuperados en forma de energía ya que los plásticos, de alguna forma, pueden considerarse petróleo sólido.
Hasta no hace muchos años los coches, al finalizar su vida, acababan en un cementerio de automóviles, en el mejor de los casos, o en el fondo de un barranco, en el peor. Esto comportaba un gran deterioro del medioambiente que, tanto los fabricantes como los políticos se han comprometido a preservar desde hace unos años. No obstante, la utilidad de los desguaces sigue siendo hoy necesario para encontrar aquellos repuestos para nuestro coche, como determinados desguaces en Murcia que podemos encontrar hoy y que ponen al servicio de particulares y empresas sus instalaciones y repuestos.
De hecho, hasta no hace mucho, era más cómodo abandonar el coche en la calle al final de su vida útil que remolcarlo hasta un desguace. Por tanto, las marcas se han visto obligadas a dar un paso más. Volkswagen, por ejemplo, cuando lanzó la última generación de Golf, anunciaba que se garantizaba al cliente la recogida de su coche al final de sus días para llevarlo al desguace más cercano, bien para su reciclaje o para recoge aquellas piezas que podrían servir para otros vehículos.
El tiempo que se tarda para este con junto de operaciones se suma al del reciclado propiamente dicho, de forma que debe ser lo más rápido posible. Eso sí, hay que dedicar el tiempo necesario destornillando, salvando las ruedas, los parachoques, revestimientos, vaciado de líquidos y cualquier otra pieza necesaria antes del reciclado del vehículo.
Poco se puede automatizar en ese proceso, dada la ingente variedad de modelos y marcas que pueden concentrarse en una instalación de desguace. De ahí que cuando acudamos a un desguace para encontrar una pieza para nuestro vehículo casi siempre encontremos la deseada.
1 comentario
Muy interesante la pagina y buen resumen, buen trabajo y gracias por compartirlo