A las puertas del verano y el incremento de las temperaturas, nuestro cuerpo sufre los cambios de estación y los cambios constante de las temperaturas. Particularmente, nuestra piel y cabello sufren estos cambios, y es necesario tratarlos adecuadamente para mantener una piel sana e hidratada, así como un pelo fuerte y brillante.
En el caso de la piel, las mascarillas y distintas cremas aportan una dosis extra de hidratación, nutrición y firmeza ante las altas temperaturas y los cambios de estación. El tiempo de exposición permite que la piel descanse y que los ingredientes actúen en profundidad para que las células absorban de forma continuada y constante el tratamiento escogido.
Hay cremas de muchos tipos, según las necesidades específicas.
- Las hidratantes y nutritivas son muy adecuadas para esta época en que la piel requiere un mayor aporte de agua, y su textura fresca calma de forma inmediata cutis enrojecidos, deshidratados y secos.
- Las pieles grasas o mixtas pueden usar cremas más purificantes que limpien en profundidad y oxigenen, aunque deben usarse con menor frecuencia que la habitual y son preferibles las que, además, aportan hidratación.
- Por su parte, las pieles sensibles deben tener especial cuidado ya que la gran cantidad de activos que contienen las cremas, pueden favorecer reacciones indeseadas en estas pieles, que suelen estar más frágiles y desprotegidas.
Es importante elegir bien las cremas y mascarillas a la hora de aplicar en nuestra piel. Por ejemplo, encontramos establecimiento como esta Parafarmacia en Gijón, donde se pueden encontrar todos los productos necesarios para el cuidado de nuestra piel.
El cabello también sufre los cambios de estación
El cabello puede sufrir también el cambio de temperaturas y de estación, provocando así la caída de pelo. Este problema, principalmente masculino, tiene solución gracias a una buena alimentación, una higiene correcta, el uso de productos adecuados y el tratamiento diagnosticado por un especialista en cabello.Por ejemplo, tras el verano, y al igual que las hojas caen al llegar el otoño, el pelo parece sufrir un proceso parecido. Mantener una higiene correcta y utilizar productos adecuados puede corregir este problema.
Aspecto apagado, sequedad capilar, cuero cabelludo irritado y con picores, exceso de grasa o caspa y la caída del cabello, son algunos de los síntomas de debilidad de nuestro pelo. Si se detectan alguno de estos, es el momento de utilizar determinados productos para la caída del cabello e incluso acudir a un especialista en salud capilar, como los expertos de centrovegas.es.
Y preparándonos de cara al verano, es bien sabido que el agua y el sol alteran el color de los cabellos teñidos. La razón es que la coloración, especialmente la permanente, transforma y debilita el cabello. La queratina se vuelve frágil e insuficiente para cubrir todo el pelo, que, al estar más poroso, retiene más agua, se hincha y, con la acción del calor, evapora y pierde proteínas y otros componentes del cabello. El resultado son cabellos más secos, ásperos, difíciles de desenredar, quebradizos y decolorados. Para conservar el color del tinte en verano lo principal es hidratar mucho el pelo con distintos productos aptos para este fin.