Dinero fácil y rápido. El empeño de joyas se ha convertido en una salida para muchas familias que pasan dificultades económicas. Los préstamos son instantáneos, no requieren comisión de apertura y tienen un interés que está por debajo de los préstamos al consumo de los bancos, que se sitúan entre el10% y el 14%.
El dinero se devuelve generalmente en el plazo de un año y es entonces cuando el cliente recupera sus joyas, que durante todo ese tiempo han estado a buen recaudo en una caja fuerte. En el caso de no retornar el crédito, las alhajas se venden en una subasta pública. Y esta es una de las formas más comunes de amortizar joyas que no se utilizan, para conseguir un crédito al consumo al instante.
Durante los últimos años las oficinas de empeño de joyas y compra y venta de oro han sido testigos de los problemas que tienen muchas familias para llegar a fin de mes. En Madrid, hay cientos de oficinas de este tipo, como Oro Chamberí, especializados en la compra venta joyas Madrid. Cuenta con varios tasadores que se encargan de valorar las piezas que los clientes desean empeñar y amortizar así sus joyas por un periodo de tiempo.
Esta entidad otorga en dinero un alto porcentaje del valor de las alhajas. El Rolex es uno de los relojes más falsificados de ahí que siempre se pidan certificados de compra y originalidad en muchas de las joyas, mientras que lo más valorado son los diamantes o piedras preciosas, ya que el oro que utilizan las joyerías españolas es de la mejor calidad. Desde Oro Chamberí se aceptan joyas de oro, plata, brillantes y relojes de firmas como Rolex.
Los préstamos, con un interés bastante más bajo que los créditos al consumo que ofrecen los bancos, tienen una duración de un año, pero pueden prorrogarse hasta cuatro veces. La media de los empeños que hacen los españoles es de dos años, mientras que los inmigrantes pagan en uno solo.
Cuando se acaba el plazo, la entidad informa al cliente de que en caso de no abonar la cantidad percibida se subastarán las joyas. Generalmente la gente suele recuperar sus joyas, ya que es una forma de amortizarlas y darles un “uso” mientras las tenemos en casa sin llevarlas encima. Siempre hay un importante valor sentimental, por eso la mayoría tratan de recuperarlas.
Con todo, muchas acaban en subasta pública, que se hace a través de internet, lo que permite que accedan a ella muchos compradores que son de otras comunidades y países. La subasta es a ciegas. Normalmente, se venden todas (el 98%). El resto pasa a subastarse por segunda vez a un precio fijo. El primero que desee adquirir la pieza se la queda. El dinero resultante permite devolver el préstamo y sacar una plusvalía de un 30% que cobrará el cliente. Pero como decimos, generalmente la mayoría recuperar sus joyas, ya que es una forma de conseguir un préstamo al consumo, con un interés más bajo que los bancos.