Una compleja mezcla de lo agreste con la tecnología más avanzada es la esencia del Centro Educativo del Medio Ambiente Torre Guil, un conjunto de edificios ecológicos situado en la sierra de Carrasco y, cerca de la ciudad de Murcia, cuyos promotores intentaron en 2001 que sumergiera al visitante en un futuro posible. Hoy, en pleno 2020, el CEMA de Torre Guil está cerrado, sin actividad desde el año 2016 No obstante, repasemos lo que este complejo significa y la obra arquitectónica que ello supone.
La arquitectura bioclimática, la domótica y otras técnicas avanzadas han convertido en aliados los elementos adversos característicos del monte bajo de la zona en que se ha edificado. En su construcción, la entonces Obra Social de la Caja de Ahorros del Mediterráneo invirtió 7,2 millones de euros. El Centro Educativo de Medioambiente de la CAM (CEMACAM) está formado por tres edificios principales.
El pabellón central alberga un salón de actos, cinco aulas y un patio con un estanque y cascadas. El de dormitorios se extiende en tres niveles y ofrece 26 habitaciones dobles. El pabellón comedor tiene una vista panorámica impresionante. Otras instalaciones significativas son la Casa Verde, ejemplo de hogar ecológico, y la Rosa de los Vientos, estructura de acero y hormigón coronada por una torre que capta el aire que se utiliza para la climatización del complejo.
Un lago central, ornamentos escultóricos y la vegetación sobre los edificios enterrados y a su alrededor suponen el aporte estético. En total, más de cinco mil metros cuadrados construidos sobre una parcela forestal de 41.000 metros. Este centro no es sólo un aula, es una casa verde, una escuela de calidad ambiental, un centro de diseño, experimentación y difusión de programas de sensibilización, educación y formación ambiental. Un complejo científico y docente llamado a ser un centro de vanguardia de referencia.
Más que un complejo científico y docente
Por sus instalaciones pasaron escolares, científicos, empresarios y otros muchos colectivos. Algunas de las aportaciones del Centro Educativo del Medio Ambiente Torre Guil son un salón de actos bajo tierra iluminado por claraboyas, un comedor camuflado en el relieve de la montaña, un edificio de habitaciones con la estructura tradicional de una cueva, una biblioteca abovedada, un sistema de recogida del viento que lo convierte en corriente de climatización y un ejemplo de casa ecológica construida con materiales reciclables o fabricados con métodos sostenibles y que utiliza la energía con la máxima eficiencia.
El secreto está en que los resultados de comodidad, ecoeficiencia, autosuficiencia e integración ambiental no se deben a la aplicación de sistemas tecnológicos complementarios, sino a la utilización de la tecnología en el propio diseño de las instalaciones.