Jeep inició su andadura como fabricante de vehículos 4×4, con fines militares. Los Willys MB prestaron sus primeros servicios durante la segunda guerra mundial. En 1944 se inició la fabricación de vehículos de uso civil y en 1950 se registraba Jeep como marca comercial. Con modelos como el Jeepster, el Wagoneer O el CJ7, Jeep creó en pocos años una completa gama, capaz de ofrecer acomodo a las familias más necesitadas de espacio, sin olvidar ofrecer las máximas capacidades off-road.
Hoy, los tiempos han cambiado mucho y las exigencias del comprador son muy diferentes, pero la firma de Michigan se mantiene fiel a sus señas de identidad. Además, Jeep ya no solo busca satisfacer las necesidades del comprador, si no también se fija y busca que sus vehículos tengan su espacio en renting Jeep, el nuevo servicio que cada vez más marcas de vehículos ofrecen.
El Compass, primera incursión de Jeep en el segmento de los SUV
El Compass fue la primera incursión de Jeep en el segmento de los SUV ligeros, y se mantiene hoy como la estrella de esta categoría de Jeep. Una categoría de moda a la que no paran de llegar novedades. Mantiene la genética propia de la marca, pero se orienta más al asfalto que a la montaña.
Era inevitable. Son las leyes del mercado. Por mucha experiencia y nombre que tenga una marca especializada en todoterreno como Jeep, no podía seguir ausente del mercado de los todocaminos ligeros o SUV (Sport Utility Vehicle) como les llaman en Estados Unidos.
El Compass es pues la respuesta a la avalancha de SUV de nueva generación que llegan uno tras otro, principalmente de fabricantes japoneses y coreanos. De todas formas, el fenómeno SUV, al que hay que considerar ya una tendencia en toda su plenitud, interesa hoy a la mayoría de fabricantes. Y para responder con contundencia a tanta hostilidad por parte de la competencia, Jeep ha contado con su impagable experiencia en este tipo de vehículos y, sobre todo, con su legendaria imagen de marca, un valor añadido que cuesta mucho que cuaje y que sólo se consigue a base de años de experiencia, tesón y fidelidad a una manera de hacer las cosas.
Jeep, una marca cuya popularidad suele comparase a la mismísima Coca-Cola, lo ha tendido más fácil que otros fabricantes que no tenían experiencia en este terreno. Así, el Compass nació con ventaja y utiliza las habituales señas de identidad de la marca norteamericana como la imagen robusta y un diseño en el que predominan las líneas rectas.
Muchos optan por un vehículo SUV como el Compass de Jeep. Este tipo de coche se ha puesto al alcance de cualquier bolsillo gracia los servicios de renting, el cuál permite pagar una cuota mensual a lo largo de varios años. Al final dicho contrato, el propietario del vehículo puede decidir si adquiere el Jeep en su totalidad o si por el contrario elige otro vehículo, bien de la misma marca o de otro fabricante.