Una de las enfermedades que más crece en el mundo y que lleva a los médicos a hablar de epidemia es la diabetes causada por el envejecimiento y hábitos de vida poco saludables. Aquellos quienes padecen de diabetes, saben cómo es su día a día y cómo es estar siempre controlándose los niveles de glucosa en sangre. Por suerte, hoy existen en el mercado distintos instrumentos como los glucómetros que nos facilitan la vida a los diabéticos. En esta completa guía podéis ver cómo funcionan estos aparatos, aliados de nuestra salud.
La diabetes es una enfermedad crónica en que se da un aumento anómalo de la glucosa en la sangre. La de tipo 1 se sufre desde la infancia, causada por un fallo en las células productoras de insulina, lo que obliga a tomar esta sustancia regularmente. La de tipo 2 no siempre requiere insulina y se relaciona con la vejez y la forma de vida. El 95% de casos de diabetes son de tipo 2.
Glucómetros, un instrumento más que necesario
Como decíamos, hoy en el mercado podemos encontrar distintos instrumentos o aparatos que nos facilitan mucho nuestro día a día, ya que controlar el nivel de glucosa en sangre va en nuestra vida.
Una de las novedades de la última década, son los llamados glucómetros sin pinchazo, que se diferencia de los glucómetros tradicionales, en que los primeros no requieren de una gota de sangre para saber el nivel de glucosa que tenemos en ese momento. Esto nos evita ese pinchazo incómodo, ya que cuando tienes que pincharte todos los días, se convierte en algo pesado y molesto.
Tanto un tipo como otro de glucómetro, su objetivo es tomar una adecuada medición de nuestro nivel de glucosa. Estos, nos permiten además almacenar la información en dichos instrumentos, para así llevar un control adecuado.
Otra característica propia de los glucómetros sin pinchazo es que estos hacen una medición de la glucosa intersticial, aquella glucosa que se encuentra en los tejidos de la piel y no en la sangre. No obstante, en cuanto a la fiabilidad de los datos son igualmente válidos tantos los tomados en sangre (con glucómetro tradicional) como los tomados de la glucosa intersticial (con glucómetros sin pinchazo).
Por supuesto, los glucómetros sin pinchazo son indoloros y 100% fiables. No tienen nada que envidiar a los glucómetros tradicionales, aunque pueden resultar un poco más caros por la tecnología que van incorporando en los últimos años.
Cómo utilizar un glucómetro sin pinchazo
Un glucómetro de este tipo es bastante sencillo de utilizar, tanto por personas mayores como por personas más jóvenes. Basta con colocarse el parche adhesivo en la parte posterior del brazo, en el abdomen o glúteos. Estas son las zonas más adecuadas para llevar a cabo una correcta medición de la glucosa en nuestro cuerpo en ese momento.
Antes de colocar el parche, desde la web https://www.glucometros.org recomiendan “que se limpie bien la zona, preferiblemente con alcohol”. De esta forma la medición que realice el glucómetro será más correcta y fiable.
Una vez el aparato realiza la medición, nos permite almacenarlo en el dispositivo, de esta forma podremos controlar día a día cómo ha ido siendo nuestro nivel de glucosa, sin necesidad de apuntarlo en un papel.
Prevención de la obesidad y el sedentarismo
El principal factor causante de diabetes tipo 2 es la obesidad. La Fundación Española de Diabetes señala que un 80% de diabéticos tiene sobrepeso. Cada kilo de más aumenta un 5% el riesgo de diabetes. Y el 10%-16% de casos de diabetes se atribuyen también al sedentarismo. La obesidad y el sedentarismo son consecuencia del estilo de vida actual y crecen.
Ante la gravedad del problema, autoridades sanitarias y médicos insisten en la necesidad de llevar una vida más sana: comer más frutas y verduras y menos grasas, no fumar y hacer ejercicio regularmente (basta con andar 30 minutos al día). Una dieta sana y ejercicio diario reducen entre un 50% y 60% el riesgo de padecer diabetes de tipo 2.