Se ha incrementado de manera notable la asistencia a domicilio a personas de la tercera edad como consecuencia de la Covid. Las residencias se han convertido en focos importantes de rebrotes y eso ha provocado que muchas familias hayan decidido apostar por la asistencia a domicilio de nuestros mayores.
En concreto, hay zonas y regiones de España donde este incremento es más que notable. Por ejemplo, el miedo a la Covid incrementa el cuidado de personas mayores en la provincia de Alicante cada vez que existen rebrotes en determinadas zonas.
No obstante, ya existía una tendencia de incrementar la asistencia a domicilio de las personas mayores antes de la actual pandemia. Este tipo de asistencia domiciliaria, como alternativa a las residencias de ancianos, está más arraigada en otros países de nuestro entorno.
La actual situación sanitaria, ha llevado a miles de familias de toda España y Europa a buscar alternativas a las residencias, como la asistencia domiciliaria. Además de la diferencia de precio entre las dos opciones, se considera mejor para la estabilidad emocional de una persona que sea atendida en su casa, naturalmente siempre que sea posible.
De hecho, al dejar a la persona mayor en casa, no se le desliga de su entorno y tiene más incentivos; no se abandona. Los servicios que se ofrecen van desde asear a una persona (a veces los familiares no se ven capaces), a incorporarla o incluso a abrocharle los zapatos porque la edad y los achaques le impiden agacharse.
Normalmente, un anciano o sus familiares solían llegar a plantearse esta opción mediante los servicios sociales de atención primaria que hay en cada barrio, ya sea porque el asistente de familia detectaba un caso, ya fuera porque los propios familiares se dirigían al centro ante la imposibilidad de valerse por ellos mismos.
La actual situación sanitaria ha vuelto hacer que lo que antes podía ser una posibilidad, la asistencia domiciliaria, ahora se haya convertido en una obligación, para velar por la salud de nuestros mayores. En España, a diferencia de otros países de la Unión Europea, se observa que estamos todavía muy lejos de unas prestaciones sociales modernas.
Y como viene ocurriendo desde hace años, ayuntamientos y distintas entidades público y privadas, vienen trabajando en distintos proyectos para potenciar la atención domiciliaria a ancianos que necesitan apoyo urgente. Especialmente, con la actual pandemia sanitaria estos proyectos se han acelerado, para proveer de asistencia domiciliaria a aquellas personas mayores que más lo necesitan.