Cuando una mujer recibe la noticia de que espera un hijo, sobre todo si es el primero, empieza a preocuparse por la evolución del embarazo y el futuro parto. La maternidad es un hecho tan natural como que el parto se presenta ante ella como algo a veces preocupante, a veces misterioso, pero, a la vez, ansiado.
Lo cierto es que nacer es cada día más seguro en España. En cada nuevo embarazo se realizan numerosas pruebas y ecografías que informan del estado del feto, descubren su sexo y previenen muchas enfermedades. Todo sea por la seguridad de la madre y el bebé. A esto hay que añadir, la importancia de una buena recuperación tras dar a luz. Es importante seguir las indicaciones de nuestro médico para lograr una recuperación absoluta tras el parto.
La mujer tras dar a luz puede experimentar una serie de dolencias físicas tales como estreñimiento, sofocos y escalofríos, hemorroides, incontinencia urinaria o manchas en la cara y el cuerpo (cloasmas). Además, desde el punto de vista emocional, la mujer puede sufrir de depresión posparto, así como irritabilidad, tristeza o ansiedad.
Ayudar a la recuperación de la piel
La piel es una de las partes del cuerpo que más cambios sufre en el embarazo y el posparto. Uno de los más temidos es la aparición de manchas en cara y cuerpo. Aunque son consecuencia de cambios hormonales, y a veces pueden desaparecer de forma espontánea tras el parto, la acción de los rayos ultravioleta favorece su aparición e incrementa la posibilidad de que se hagan permanentes.
Para prevenirlos conviene usar un filtro solar a diario durante todo el embarazo, especialmente en el rostro y las zonas descubiertas (manos, pies, cuello, escote). También se recomienda aplicar protección solar durante varios meses después del parto, para ayudar a la recuperación completa de nuestra piel. La protección solar también se pude combinar con otras cremas especiales y que nos puede recomendar nuestro médico.
Cómo evitar las incontinencias urinarias
Las mujeres son las más afectadas por las incontinencias, porque en ellas se dan otros factores que contribuyen mucho a aumentar esta presión, como son los embarazos y los partos. Por si fuese poco, con el paso de los años y la aparición de las modificaciones hormonales propias de la edad, los músculos sufren una pérdida de tono.
Un factor que contribuye a ello son los ejercicios de recuperación realizados en el posparto. La creencia generalizada de la necesidad de iniciar ejercicios abdominales después del parto, para recuperar la silueta, es un error: estos ejercicios aumentan la presión intraabdominal y debilitan aún más la musculatura del suelo pélvico ya afectada por el proceso del embarazo y el parto.
Los primeros ejercicios después de dar a luz deben ser suaves y dirigidos a esta zona; una vez comprobada la recuperación del suelo de la pelvis se pueden iniciar ejercicios abdominales, normalmente alrededor de los seis meses después del parto.
Acudir a un psicólogo
Como decíamos, una de las dolencias mentales de la mujer tras dar a luz puede ser el entrar en un estado de depresión, conocido como depresión posparto. Debemos ser conscientes de que esto no les ocurre a todas las mujeres, pero es un proceso natural del cuerpo ante una reacción y circunstancia excepcional como es la de tener un hijo.
Lo mejor es acudir a un especialista, a un psicólogo que ayude a la mamá a superar este momento, y liberar la tensión generada durante todo el embarazo. Estos profesionales siempre dan con la solución, y ayudan a las mujeres a recuperar su bienestar emocional y poder disfrutar de su maternidad.