El aceite CBD está experimentando un crecimiento en los últimos años, siendo eficaz por sus diversos efectos positivos para la salud. El cannabidiol (CBD) es un activo natural que se encuentra en el cáñamo, donde se encuentran más de 100 tipos de cannabinoides. Se trata de un componente o sustancia no intoxicante, que se puede hallar en la planta de Cannabis Sativa.
El CBD tiene tanto usos cosméticos como se ha demostrado eficaz para determinados problemas crónicos de salud, por ejemplo, para pacientes con esclerosis múltiple que ningún fármaco es capaz de aliviar el dolor.
En el cerebro, más o menos la mitad de los receptores, a grandes rasgos, son los metabotrópicos, que son aquellos en los que principalmente actúan los psicofármacos. Y entre esos receptores, los más abundantes son los cannabinoides, de ahí el potencial terapéutico del cannabis.
En Europa hay un gran prejuicio ante el aprovechamiento farmacológico de una planta que se utiliza como droga recreativa. Pero deberíamos avanzar, como se ha hecho con los opioides. Que sea una droga no debe impedirnos ver su utilidad terapéutica. Tampoco su valor como medicamento debe hacernos despreciar la peligrosidad de su uso recreativo.
Se necesita estudiar y desarrollar medicamentos basados en esos principios activos con los que lograr un resultado claro y demostrable, no el efecto confuso de una planta que ya se usaba así hace 4.000 años como medicina, cuando no teníamos ciencia.
De hecho, con el paso de los años se han ido conociendo distintas propiedades positivas del cannabis, que van desde su actividad como agente antitumoral a efectos calmantes. Es conocido que la ingestión de aceite CBD cuatro veces al día de una gota de este compuesto diluido en agua, tiende a eliminar o paliar dolores corporales.
En los últimos años, diversas investigaciones y publicaciones califican el aceite CBD como antiinflamatorio, antibacteriano, de efectos tranquilizantes, o como reductor del contenido de azúcar en la sangre, entre otras actividades de interés. Se le atribuye también al aceite CBD actividad como antioxidante, disminuyendo la aparición de psoriasis y eczemas en la piel, y por tanto actuando como agente antienvejecimiento.
La utilidad terapéutica claramente probada se concentra de momento en cinco indicaciones. El CBD es muy eficaz en determinados casos de epilepsia refractaria, especialmente en los síndromes de West y de Dravet. En Canadá cuentan con un medicamento 100% CBD que funciona para epilepsias refractarias y que allí se consigue como medicamento huérfano, que es como se denomina a los fármacos que pueden ser útiles para patologías que no tienen ningún otro medicamento.
El aceite CBD como aplicación tópica
A pesar de los impedimentos legales para el trabajo de investigación sobre el aceite CBD, debido a la presencia de los activos alucinógenos, la importancia creciente del cannabis ha conducido al desarrollo de aplicaciones cosméticas, en especial en combinaciones con otros ingredientes extraídos del cáñamo.
El aceite CBD se ha demostrado efectiva contra la dermatitis, el eczema y la psoriasis combinándolo con aceite de semillas de cáñamo de prensado en frío y ácidos grasos y aminoácidos que potencian su efecto.
En particular los ácidos grasos linoleico y oleico son los más empleados. Estas formulaciones constituyen una combinación eficaz para la mejora de problemas en la piel, ya que, además, CBD penetra profundamente en ella.
En relación con la actividad cutánea, se conoce que el aceite CBD es un inhibidor muy efectivo de los sebocitos, un grupo de células especializadas de la piel que juegan un papel importante en la aparición del acné, el cual se produce por la secreción excesiva de grasa cutánea (sebo).
La aplicación tópica del aceite CBD tiene efectos balsámicos para la piel, especialmente si va acompañado de otros activos presentes en la planta pues parece ser que estos producen una potenciación de la actividad del mismo, ya sea por efecto sinérgico o porque estabilizan y prolongan la vida útil del activo.