La especie humana se distingue de otros mamíferos, entre otras cosas, por la frecuencia de la menstruación en las mujeres. Si la mayoría de los animales sigue ciclos reproductivos anuales, sincronizados con las estaciones, en nuestra especie el ciclo menstrual suele durar cuatro semanas, como el ciclo lunar.
Menstruaciones tan frecuentes comportan un importante desgaste físico, debido fundamentalmente a la pérdida de sangre y, por ello, a la pérdida de hierro. Si la pérdida es severa, como ocurre a menudo, puede llevar a una anemia. Por esta razón, las mujeres tienen anemias más comúnmente que los varones.
Desde este punto de vista, sería más saludable un ciclo menstrual anual, como el que tienen otras especies, que uno mensual. Si tan alto es el precio que se paga por un ciclo menstrual tan frecuente, ¿cómo es que la evolución ha elegido este ciclo para la especie humana?
Un ciclo frecuente permite una fecundación frecuente y, lo que es más importante, una receptividad sexual frecuente, continua. De esta manera, los lazos de pareja se pueden mantener más fácilmente. La mayoría de los mamíferos permanecen sexualmente inactivos durante la mayor parte de su vida, pero no los humanos y algunos otros primates cuya cohesión social se basa, en parte, en las relaciones sexuales.
Retrasos menstruales, no siempre signo de embarazo
Al igual que el ciclo menstrual es de 4 semanas, también puede ocurrir que en ocasiones haya un atraso menstrual lima. Y este no siempre es debido a un embarazo. De hecho, suele ser más frecuente un retraso menstrual por otros motivos que al embarazo.
Por ello, si hemos sufrido un retraso menstrual, debemos prestar atención a varias cosas para tratar de dar una solución al atraso menstrual lima, antes de acudir al médico o realizarlos la prueba para ver si hay embarazo o no.
Entre algunos signos que debemos prestar atención si hemos tenido un atraso menstrual son:
- Mantener una vida saludable, tanto una dieta variada como hacer ejercicio físico. Si hemos cambiado nuestra dieta recientemente, o hemos iniciado o parado la actividad física, puede que tengamos un pequeño retraso en nuestro ciclo menstrual.
- Del mismo modo, es importante mantener un peso equilibrado. Si estamos atravesando una dura situación (estrés o agobio) puede que perdamos o ganemos al de peso. Esto se puede traducir también en ciertos desajustes de nuestra menstruación.
- Inicio de un tratamiento con pastillas anticonceptivas. Muchas mujeres inician un tratamiento de este tipo no solo para no quedar embarazas, sino también para compensar y regular su ciclo menstrual. Estas pastillas regulan las hormonas de nuestro cuerpo, aunque también tiene sus contraindicaciones.
- Consultas periódicas a nuestro médico y ginecólogo. Es importante visitar a nuestro ginecólogo al menos una vez al año. Ya que será este especialista quien nos vaya controlando y vigilando que todo está correcto.
Por todo ello, es importante conocernos también a nosotras mismas. Debemos conocer nuestro cuerpo y cómo se comporta. Un retraso menstrual no siempre es signo de embarazo, ya que hay otros muchos factores que pueden afectar.