Las células madre son las células más escasas e importantes de nuestro cuerpo: tienen la capacidad de dividirse sin perder sus propiedades, manteniendo y preservando su capital genético. Éstas se encuentran en la médula ósea.
Los distintos tratamiento de célula madre se siguen investigando, conociendo hoy día varias aplicaciones de estas células como puede ser su aplicación para el tratamiento del Parkinson o para ayudar en el proceso autoinmune y estimular la regeneración de las neuronas funcionales en casos de autismo.
Cosmética con células madre
En cosmética, su poder (el de las células madre) radica en que son capaces de revitalizar la piel desde el interior, reparando las células que se han visto afectadas por los daños provocados por factores como, por ejemplo, el paso del tiempo.
Y es que conociendo el papel clave de las células madre, las investigaciones cosméticas se han dedicado a desarrollar productos, y terapia antienvejecimiento con células madre, que incluyen células madre vegetales junto a otros activos destinados a proteger y mejorar las funciones de las células madre de la piel.
Todos ellos protegen la longevidad de las células madre de la propia piel, retrasan el envejecimiento celular cutáneo y combaten los síntomas visibles del envejecimiento.
El Parkinson y la aplicación de las células madre
El Parkinson es, desafortunadamente, una enfermedad sin tratamiento en la actualidad. Sin embargo, determinados tratamientos ayudan a controlar los síntomas de esta enfermedad. En casos de un Parkinson muy avanzando se puede emplear la cirugía.
La aplicación de células madre para Parkinson permiten también ayudar en los síntomas del Parkinson ya que el uso de células madre permite la regeneración celular y su aplicación es mínimamente invasiva. De esta forma, el trasplante de células madre favorece el desarrollo de nuevas conexiones entre neuronas y permite restaurar los niveles de dopamina en la vía nigroestriada.
En la actualidad, las personas con Parkinson tratados con células madre han notado una gran mejora, que combinado con otros tratamientos permiten al paciente continuar con su vida dentro de la normalidad.
Autismo y células madre
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) carece en la actualidad de un tratamiento curativo, ya que todas las investigaciones apuntan a que se trata de una condición genética. Se han realizado varios estudios que parecen indicar que el uso de células madre para autismo puede ayudar en el proceso autoinmune de la enfermedad, y también a estimular la regeneración de las neuronas funcionales.
Distintas investigaciones parecen indicar que el autismo puede estar asociado a trastornos autoinmunes. Y es precisamente con este fin el cómo se están empleado el uso de células madre para tratar determinados síntomas de los pacientes con autismo.
Así, se está empleado el uso de células madre para pacientes con autismo que parecen mostrar mejorías en las habilidades de comunicación y comportamiento una vez sometidos a varias sesiones de tratamiento con células madre.
En definitiva, si bien todavía hay estudios e investigaciones en curso sobre el uso de células madre, ya en la actualidad están empleándose con varios usos que permiten mejorar la calidad de vida de las personas.