Los voluminosos muebles de sala que presidían el salón y que a veces servían a varias generaciones han dado paso a piezas mucho más ligeras y polivalentes que se adaptan a las necesidades de cada momento.
La ligereza que han ido adquiriendo en la casa los muebles de sala, sumada a la independencia con que cada una de estas piezas ocupa su lugar respecto a las otras, permite hoy renovar con más facilidad esta estancia de la vivienda.
La tendencia a eludir elementos excesivamente pesados procura además mayor espacio visual a la sala y hace que su amueblamiento ya no sea necesariamente para toda la vida ni se considere en bloque. De este modo, un escogido sofá o una buena lámpara pueden convertirse en la pieza perdurable que contribuye a esa imagen de sólida confortabilidad que se espera de una sala de estar, mientras que el resto de los elementos puede tener un papel complementario y ser intercambiable; desde los juegos de sala hasta los sillones y las mesas de centro.
Si tenemos que escoger qué muebles de sala debemos comprar primero, no hay duda, y por orden de prioridad serían: juego de sala, mesa para para la televisión y mesa de centro. Estos tres muebles, combinados con una lámpara atemporal y algún cuadro harán de esta estancia un lugar especial de nuestra vivienda.
De hecho, y ya lejos de la solemnidad de antaño, la sala de estar o salón aparece como el espacio más flexible de la vivienda y por tanto el que puede llegar a ser más personal, pudiendo renovarlos cada ciertos años. La autonomía de que gozan los muebles de sala va ligada a esa buena convivencia que mantienen hoy los materiales más dispares: el informal plástico, con la cálida madera; el elegante y denso cuero, con el etéreo cristal o el recuperado metacrilato; los tapizados más suaves, con el acero y el aluminio, de naturaleza fría.
En este escenario de elementos variados, la calidez del interior la procura muchas veces una buena estrategia de iluminación, capaz de generar por sí sola sugerentes atmósferas, de ahí que cuando compremos nuestros primeros muebles de sala, añadamos alguna lampara, ya sea de techo, mesa o pie.
Y por supuesto no nos debemos olvidar de los textiles y las alfombras, con innovadores diseños contemporáneos que abundan en un confort más mullido y ponen en juego gruesos relieves e incluso volumen. La actualidad de las reediciones de mobiliario, que se siguen sucediendo con éxito, introduce en la casa piezas emblemáticas del diseño industrial de prácticamente todas las décadas del siglo XX.
La transformabilidad de ciertos diseños –un puf que deviene chaise longue, una mesa de comedor que se convierte en consola…–, los muebles inflables, los elementos con ruedas o la multifuncionalidad de algunos muebles contenedores hacen que se puedan utilizar no sólo en el salón sino también en otras dependencias de la casa, lo que favorece la renovación.
Pero sin duda, no debemos olvidarnos de nuestro objetivo principal: sentirnos cómodos en un espacio de la casa donde pasaremos la mayor parte del tiempo. Por eso, elegir los muebles de sala adecuados serán claves para sentir nuestro hogar como propio.