El otoño es una de las épocas del año más adecuada para realizar una limpieza a fondo de nuestra casa. Tras las vacaciones de verano, retomamos la cotidianidad, volviendo al trabajo y la rutina diaria. Por eso, y qué mejor forma de volver a la rutina, que prepararnos para el otoño y el invierno, haciendo una limpieza en profundidad de todas las estancias de nuestro hogar.
Qué debemos tener en cuenta a la hora de hacer esta limpieza
Debemos limpiar a fondo cada una de las estancias con un objetivo; evitar la acumulación de polvo, grasa y otra suciedad que pueda provocar en infecciones respiratorias o de otro tipo. Por ello, limpiaremos a conciencia las siguientes estancias:
- Cocina y baños. Limpiaremos muebles (incluyendo los interiores) y azulejos. Durante el año solemos hacer una limpieza más superficial tanto de cocina como de baño, pero es conveniente limpiar también azulejos y muebles en profundidad al menos dos veces al año. En la cocina, debemos además limpiar a conciencia electrodomésticos como el interior de la nevera y la lavadora, microondas, hornos y campana extractora. No olvidemos que tanto cocina como baño es donde más se acumulan olores y bacterias, de ahí la importancia de una limpieza en profundidad.
- Habitaciones. Son las estancias donde descansamos, por eso debemos limpiar en profundidad todos los elementos de la habitación; desde decoración, alfombras, cabeceros y armarios. Aprovechando el cambio de ropa con la llegada del frío, podemos hacer la limpieza del interior de los armarios. No debemos olvidar que es muy recomendable realizar una aspiración del colchón, para eliminar la mayor cantidad de ácaros posible.
- Salón, comedor y otras estancias. Este tipo de estancias las limpiaremos del mismo modo que las habitaciones, prestando especial atención a muebles y textiles, cojines y cortinas. La aspiración será nuestra amiga para eliminar el polvo, especialmente de los sofá y sillas.
Por otro lado, elementos comunes como ventanas, persianas, rejas de ventanas, puertas y otros elementos debemos también limpiarlos. De hecho, suelen ser elementos que no los limpiamos a menudo, y suelen acumular una gran cantidad de polvo y suciedad.
Los ácaros, causantes de gran parte de las alergias
Los ácaros domésticos más importantes son parásitos del polvo. Abundan en colchones y ropa de cama, sillones mullidos y alfombras y moquetas de fibras naturales. Los ácaros del polvo causan tres de cada cuatro casos de alergia respiratoria infantil y más de la mitad de estas alergias en adultos.
La lucha contra estos microorganismos es una batalla perdida de ante mano, pero es posible reducir su número mediante estrictas normas higiénicas. Los ácaros están siempre presentes en el polvo doméstico, pero especialmente durante los meses de abril y mayo, y de septiembre y octubre.
Algunos pacientes alérgicos a estos ácaros sufren molestias constantes, que alcanzan la intensidad álgida en estas épocas. Otros, cuya sensibilidad es menor, sólo se ven afectados en los máximos estacionales, mientras que unos terceros presentan sólo molestias ante una gran cantidad de ácaros.
La lucha contra los ácaros debe centrarse en intentar disminuir su número más que en pretender erradicarlos, pues raramente se consigue, ni aún con potentes arácnidas. De todos modos, cuando los ácaros son causa de reacciones alérgicas es conveniente limpiar a fondo la casa una vez por semana, y barrer y fregara diario. A la vez, debe eliminarse la ropa o los elementos de decoración que acumulen polvo o sean difíciles de limpiar, como alfombras o cortinas. El aspirador sólo es eficaz si dispone de un filtro especial o del sistema que ‘tuesta” el polvo aspirado.
Para una limpieza en profundidad de nuestro hogar, podemos recurrir a profesionales como Ciudad del Pozo Servicios de Limpieza, quienes se encargan de preparar nuestro hogar para el otoño e invierno.