Desde hace una década la celebración de grandes eventos ha experimentado un gran crecimiento en la producción de stands, y cada año se prevé que las cifras alcancen los 30.000 metros cuadrados. Son eventos donde hay grandes profesionales detrás para que todo salga perfecto. Sin embargo, hoy hasta las pequeñas celebraciones también tienen detrás profesionales y alguna empresa de eventos organizando todo, para que salga todo perfecto y sin ninguna preocupación por parte de los anfitriones.
En la celebración de pequeñas celebraciones y eventos, también se huye de lo tradicional, donde estas empresas profesionales se encargan absolutamente de todo el proceso, desde la idea hasta la instalación, y siempre teniendo en cuenta la innovación.
La creciente sofisticación es una de las principales señas de identidad que marca la evolución del sector de la organización de eventos y celebraciones. Si Dior ha iluminado cientos de semanas con la organización de eventos en Madrid y Barcelona con los colores de sus nuevas barras de labios, en París se cubren de rojo edificios tan emblemáticos como la Torre Eiffel o el Arco del Triunfo.
Una conocida firma de champán iluminó de forma corporativa recientemente la estatua de la Libertad con motivo de otro evento promocional. Logística, intendencia y buena capacidad de reacción, señalan los expertos, se suman ahora a complejas producciones.
Conseguir notoriedad mediática es cada vez más complicado, este tipo de acciones espectaculares buscan la diferenciación, hacer un evento lo más creativo e imaginativo posible. Tratar de sorprender es una de las claves. Los sectores donde hay más competencia, añade, son los que más recurren a los grandes eventos, así como aquellos que no pueden hacer publicidad por imperativos legales, como el tabaco o el alcohol. Hoy, debido a la actual situación de la pandemia a nivel mundial, muchas marcas han optado por la celebración de algún evento virtual, con igual impacto que si de uno presencial se tratara.
El sector del lujo, especialmente la cosmética y los perfumes, es el que se ve más obligado a mantener ese mundo mágico de glamour que alimenta toda una maquinaria de marketing en la que nada se deja al azar. Las marcas se han vuelto muy exigentes. Hay clientes de lujo y de gran consumo y en general todos quieren lo mismo, vips reconocibles y una gran labor de detalle.
Grandes eventos con caras conocidas
Las caras conocidas son parte fundamental de los grandes eventos. Se diría que ninguna empresa que busque notoriedad renuncia al famoso, esa palabra un tanto imprecisa que cubre todas las posibilidades que median entre Catherine Deneuve y Belén Esteban. Eventos hay con caras conocidas de clase A, B, C, con aspirantes a famosos y con viejas glorias o retrocelebridades recuperadas para el sarao social-comercial por obra y gracia del Botox y el cheque al portador.
Eventos hay con tigres de Bengala, con canapés temáticos o con parodiadas a la carta. Con estatuas humanas o con barman de acrobacias. En áticos firmados por Jean Nouvel o en mercados de abastos. En castillos góticos y en reconvertidas sederías industriales. Los hay que derrochan glamour y exclusividad; ingeniosos y atrevidos, fastuosos o soporíferos.
El acontecimiento social con fines promocionales se ha convertido en el instrumento preferido para que se hable de firmas, empresas, productos y marcas. La cuestión es conseguir notoriedad y relevancia pública, lo que se conoce en el argot como publicity. Se trata de una mezcla de noticia y publicidad que conjuga convenientemente la información, las relaciones públicas y la promoción y que está forjando toda una cultura del evento y una sobredosis de aniversarios en las fechas menos redondas, galas y entregas de premios.
El espectáculo alimenta a toda una industria que maneja una cantidad indeterminada pero muy considerable de cientos de millones de euros anuales. Los eventos en España se han convertido en el nuevo protagonista de las agencias de comunicación y marketing, el nuevo nicho para la proliferación de empresas especializadas y una inyección indiscutible para firmas de catering, espectáculos, hostelería y empresas de organización y logística.