Según datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, un total de 368 personas fallecieron hasta septiembre de este año. Esta cifra supone un aumento en valores relativos del 0,54% con respecto al año 2017.
Y lo cierto es que el trabajo ha traído consigo la exposición de diferentes situaciones capaces de producir daño, enfermedad y hasta incluso la muerte a los trabajadores, dando origen a la presencia reiterativa de riesgos laborales que han sido y son objeto de variadas interpretaciones y enfoques de intervención, en dependencia de la evolución de los conceptos de salud y trabajo.
En general, las sociedades antiguas y modernas han sido indiferentes hacia la salud y la seguridad de los trabajadores, teniéndose un primer gran acercamiento a partir de la II Guerra Mundial, cuando se hizo evidente la importancia de enfocarse en el estado de salud de la población laboral para responder a las necesidades de producción en las empresas de la industria bélica y también por la acción de organizaciones obreras.
A consecuencia de ello y hasta nuestros días se ha dado un rápido desarrollo en este campo del saber, tanto en el terreno técnico como en el administrativo, orientándose en los últimos años hacia la integración de la prevención de riesgos laborales con la estructura y el funcionamiento de las organizaciones.
Mientras en la relación salud-trabajo los accidentes de trabajo siempre han sido fácilmente identificables en el instante mismo que suceden, para que esto mismo acontezca con la enfermedad laboral se ha necesitado recorrer un largo camino de diferentes estudiosos a lo largo de la historia.
Por su parte, ante los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo en relación con el crecimiento de personas fallecidas en accidente laboral, UGT ha pedido a las empresas que cumplan con la legislación vigente sobre prevención de riesgos laborales y ha reclamado que se incremente la labor inspectora en los centros de trabajo para que se garantice “un correcto control de las condiciones de laborales”.
Estos datos del Ministerio de Trabajo también reflejan que hasta septiembre se contabilizaron un total de 451.677 accidentes laborales con baja, lo que supone también un aumento del 3,7% respecto al número de siniestros del mismo periodo de 2017.
Cada vez más, la prevención en riesgos laborales se hace fundamental en toda empresa. Y lo cierto es que, aun cuando la actividad de la prevención de riesgos laborales ha tomado diferentes nombres a lo largo de la historia, todas van enfocadas hacia el mismo objetivo fundamental: “la protección de la salud y el bienestar de los trabajadores mediante acciones preventivas y de control en el ambiente de trabajo”, señalaba Van Der Haar en el año 2001.