Los colegios son los espacios por el que miles de niños y niñas pasan cientos de horas cada año. En ellos crecen, aprenden y conocen el mundo y su entorno. Además, son el primer espacio donde se preparan para afrontar las diferente etapas personales y laborales que atravesarán a lo largo de los años.
Así, el colegio y las aulas son un entorno que debe facilitar dicho aprendizaje, y en el que juega un importe rol un buen diseño de aulas escolares. En la última década, y gracias a los avances en tecnología, es posible adaptar cada espacio o aula escolar a un tipo de necesidad u otra. El aprendizaje se convierte así en una personalización que va mucho más allá del contenido y teoría que el alumno o alumna pueda adquirir durante su estancia en el colegio.
Por llevar a un caso práctico lo anteriormente dicho, podemos hablar por ejemplo de las aulas STEAM (Science, Technology, Engineering, Art, Mathematics). Como ya sabemos, estas cinco ramas de la educación son esenciales para un aprendizaje y conocimiento amplio. Por ello, un aula STEAM estará pensado y diseñado para facilitar el aprendizaje de cada unas de estas ramas.
El diseño del aula, la colocación del mobiliario adecuado en según qué espacio y contar con las herramientas necesarias para abordar cada una de esas ramas de la educación, serán de vital importancia para ayudar al alumno y alumna a un rápido y motivador aprendizaje. Un diseño adecuado no es solo estética, es un espacio pensado por y para fomentar y animar al alumnado a tener ganas de experimentar y aprender.
Por otro lado, también podemos hablar de las denominadas aulas TEA. Se tratan de aulas escolares cuyo diseño está pensado de manera específica para que alumnos y alumnas con trastornos del espectro autista y discapacidades cognitivas tengan las mismas oportunidades y aprendan en igualdad de condiciones.
Por ejemplo, son espacios pensados para reducir el ruido del entorno y facilitar una buena iluminación. Estos son dos aspectos de vital necesidad para el alumnado con algunos de estos trastornos, ya que son muy sensibles tanto al ruido, iluminación y temperatura. Este tipo de aulas, también están diseñadas y pensadas con el objetivo de dar un gran protagonismo a los colores y texturas, elementos que facilitan la integración para estos alumnos y alumnas.
Todo espacio educativo debe estar pensado con un mismo fin: facilitar el aprendizaje del alumnado que allí se encuentre. En ese sentido, también se suelen crear distintos ambientes o espacios dentro de una misma aula, que permita de una forma ágil cambiar de una sesión teórica a una sesión de juegos o más práctica. Todo ello, sin necesidad de cambiar de aula o espacio físico.
Por todo ello, los nuevos centros escolares, o aquellos que están emprendiendo reformas en sus instalaciones, buscan dotar a sus espacios de un nuevo concepto más pensado en la educación del siglo XXI que en la de hace cuarenta años. Esto es posible gracias a las nuevas tecnologías, los estudios que hablan de los beneficios de este tipo de espacios y gracias a empresas específicas que se dedican en exclusiva a pensar en este tipo de aulas y centros educativos.