La cirugía bariátrica o de la obesidad es aquella que trata de reducir la capacidad del estómago, para que la persona se sacie con menos alimentos, y se restringe la absorción de grasas en los intestinos.
La cirugía bariátrica es para pacientes con obesidad mórbida, en que han fallado dietas y otras terapias, y que sean psicológicamente estables. Los médicos admiten que, a partir de cierto IMC, la dieta difícilmente reduce el peso en un porcentaje elevado. Además, muchos obesos tienen problemas psicológicos por su imagen y el rechazo social. Se desaconseja operar a menores de 18 años.
Beneficios de la cirugía para erradicar la obesidad
Este tipo de cirugía está indicada para pacientes con obesidad crónica y mórbida, es decir, con un índice de masa corporal (IMC, que resulta de dividir los kilos por la altura al cuadrado) de 40 o más; o para pacientes con un IMC superior a 35 y que ya sufren patología asociada como hipertensión o diabetes 2, tal y como explicó el entonces presidente de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), Antonio José Torres, en una entrevista.
Gracias a este tipo de cirugía se evita la muerte de muchos pacientes con obesidad mórbida, que es una enfermedad que mata mucho cada año. Con esta cirugía, se lucha contra este tipo de muertes.
Lo cierto es que la obesidad tiene muchos riesgos, lo que ocurre es que nunca se dice que alguien ha muerto por obesidad; sino por la diabetes, por un infarto… Las personas con obesidad mórbida que no se operan viven entre 14 y 15 años menos que una operada.
Solución para la diabetes tipo 2
Los especialistas vaticinan que la cirugía de la obesidad se multiplicará en los próximos años, no sólo por el aumento imparable de la obesidad, sino porque además se ha comprobado que, al menos en algunos enfermos, cura la diabetes tipo 2 (la que se relaciona con una dieta no saludable y sedentarismo).
Así lo apuntan estudios de Estados Unidos y otros países. Éstos apuntan que pacientes operados tenían cinco veces más posibilidades de curar su diabetes en dos años que los no operados. La eficacia en diabéticos sería uno de los factores que aconsejarían extender la cirugía bariátrica a más obesos, por debajo del IMC 40 o incluso del 35.
Tipos de intervenciones quirúrgicas
Existen diferentes tipos de operaciones de obesidad: el bypass gástrico, la banda gástrica, la derivación bilio-pancreática, el cruce duodenal, la gastrectomía tubular… Las indicaciones son siempre las mismas para todas. Algunos médicos incluso las combinan para conseguir diferentes resultados.
Estos diferentes tipos de operaciones se agrupan dentro de las distintas técnicas empleadas para tratar la cirugía de la obesidad: técnicas restrictivas, técnicas malabsortivas, y técnicas mixtas.
En términos generales, y como recoge la clínica obesidadfuera.com, “las técnicas restrictivas se basan en reducir la capacidad del estómago, limitando la cantidad de alimentos que el paciente puede ingerir al tiempo que genera sensación de saciedad”. Aquí podemos incluir, entre otras, la banda gástrica.
Por otro lado, tenemos también las técnicas malabsortivas, que se basan en introducir modificaciones en los intestinos. Éstos absorban una cantidad menor de nutrientes de los alimentos ingeridos.
Por último, podemos hablar de las técnicas mixtas, que son aquellas que combinan un componente restrictivo y otro malabsortivo. Aquí encontramos el bypass gástrico, el cruce duodenal o switch Duodenal y derivación biliopancreática.
El bypass gástrico como solución de la obesidad
El bypass gástrico es la intervención más clásica de cirugía de la obesidad y la más utilizada todavía hoy en día. Esta intervención consiste en hacer un empalme (bypass) desde la parte superior del estómago hasta el intestino delgado.
El primer paso que se realiza en esta cirugía es cortar el estómago y crear una pequeña bolsa llamada neoestómago. Éste se conecta a una parte del intestino delgado previamente seccionada. Posteriormente, el bypass (o puente gástrico) se puede conectar a la parte media del intestino delgado.
Gracias a esta cirugía, los alimentos pasan por el puente gástrico. Al saltarse una parte del intestino, se reduce la absorción de nutrientes y calorías que pasan a la sangre.
Con el bypass gástrico se consiguen grandes resultados al dejar inutilizado parte del estómago; se reduce su capacidad, de modo que disminuye la cantidad de alimentos que se ingieren. De ahí la efectividad de esta cirugía como solución a la obesidad.