Quien más y quien menos ha hecho alguna vez una porra con los amigos sobre el resultado de un partido de fútbol (o incluso sobre unas elecciones). Y en todas las familias hay algún aficionado a las quinielas. También, las apuestas deportivas –una combinación de ambos–, son cada vez más conocidas en España, e incluso su desarrollo a través de Internet y eventos de fútbol han llegado a hacerlas más populares.
Y ya hay quien las plantea, las apuestas deportivas, como una alternativa de ocio e inversión. La ventaja –dicen–, es que la inversión requerida es muy pequeña (la apuesta mínima oscila entre 0,20 euros y los 10 dólares, según los casos), el potencial de ganancia en relación con el capital arriesgado es muy alto, y además proporciona diversión.
Se tiende a relacionar las apuestas con los casinos y grandes sumas de dinero, pero quienes apuestan son gente que no se gasta grandes cantidades; más bien están desencantados por perder en las quinielas y les gusta eso de apostar a un solo partido. El problema además está en que son los jóvenes quienes están expuestos a este tipo de estímulos.
“Se incentiva a los jóvenes a apostar, especialmente a través de Internet. Es precisamente a través de Internet donde miles de jóvenes caen en la amplia red de apuestas deportivas, de donde en muchas ocasiones es difícil salir si no es con la ayuda de profesionales” señalan desde Liberadict Sevilla, una clínica especializada en tratar a jóvenes con problemas de ludopatía.
Muchos son los que piensan que se trata del juego en estado puro; al añadir una apuesta a un encuentro, la emoción con la que se vive éste es diferente; un España-Francia no se ve igual si has apostado a que gana España. Por desgracia, este mensaje se repite una y otra vez, y son los jóvenes quienes al final cae en esta retórica y acaban apostando con frecuencia. E
Ludopatía, más que un problema económico y social
Los jugadores patológicos por internet que se suelen tratar en los centros son prácticamente todos hombres. Tienen una media de edad de 33 años, están casados o viven en pareja; el 60% tiene el título de bachillerato o BUP o son universitarios. Están laboralmente activos y trabajan en el sector de servicios principalmente. Se iniciaron en apuestas a los 22 años de media. De hecho, la edad de inicio en apuesta es cada vez más baja.
Lo cierto es que Internet se puso al servicio del juego a través de las denominadas apuestas virtuales a una velocidad de vértigo, multiplicando por cinco el gasto en el 2008 respecto al año anterior; poblando la red con más de 3.000 casas de apuestas y entre 300 y 500 casinos, generando alrededor de 12.000 millones de dólares anuales en el mundo, sólo en la red.
El juego online principal, en el momento de acudir a tratamiento, es el póquer o bien las apuestas deportivas, aunque suelen jugar a otros juegos tanto virtuales como físicos, como es habitual entre los jugadores.
Como dato curioso, normalmente los jugadores que acuden para someterse a un tratamiento ludopatía, no han jugado a las máquinas en el pasado, pero transcurren nueve años, de media, desde la aparición del trastorno hasta que demandan tratamiento, y en que presentan un nivel de ansiedad moderado, expresado como irritabilidad en un 60% de los casos.